Según StatCounter, el uso del móvil como mecanismo de acceso a internet está creciendo a nivel mundial. En enero de 2012, el 8,5% de los accesos a la red se produjeron a través de smartphones, porcentaje que duplica el del año 2011, y que no ha dejado de subir desde el 2009. Es de esperar que, si la tendencia de crecimiento sigue a este ritmo, el móvil se convierta en el principal dispositivo a través del cual los consumidores se conecten a internet.
Este hecho no debería pasar por alto a quien se dedica a la investigación, ya sea cualitativa o cuantitativa. La utilización de móviles para acceder a internet obliga a los profesionales de este sector a adaptar sus herramientas de trabajo para que éstas puedan ser compatibles con los sistemas móviles. Una encuesta online realizada para ser respuesta en un PC no tiene por qué ser compatible con un móvil. Lo mismo se puede decir de todos aquellos instrumentos de recogida de datos que incluyen programaciones en Flash, que no pueden ser adaptables a través de la tecnología de los smartphones. Adobe ya ha avisado que detiene el proceso de desarrollo de la tecnología Flash player para los móviles de tercera generación.
Resulta evidente que si el sector de investigación de mercados en conjunto quiere seguir disfrutando de las ventajas que supone la realización de estudios vía internet, se tendrá que acomodar a los cambios acaecidos en el mercado de la tecnología móvil. El sector se verá obligado a adaptar sus metodologías de manera que el acceso al consumidor sea lo más fácil y rápido posible.
Cada vez más conectados. Y antenizados.
Si nos centramos en el ámbito de los cuestionarios online, uno se da cuenta que el sector de la investigación de mercados ha puesto el punto de mira en el desarrollo de programaciones de cuestionarios que aumenten el nivel de engagement de los encuestados. Efectivamente, se están llevando a cabo desarrollos de software muy elaborados, que ponen el acento en conseguir un diseño atractivo, amigable e, incluso, gamificado. Sin embargo, si el desarrollo de estas herramientas no puede ser compatible con los teléfonos inteligentes, sus funcionalidades carecerán de sentido en un futuro muy próximo.
Algunas empresas del ramo ya se han dado cuenta ello. En un sector tan competitivo como es el de la investigación de mercados, tomar ventaja en aspectos tecnológicos con respecto al resto de competidores puede ser un factor clave para asegurar la supervivencia, e incluso el crecimiento, de una empresa.
Por ejemplo, la herramienta SNAP, utilizada para la programación de cuestionarios online, ha desarrollado un módulo informático, llamado Mobile Anywhere, que permite compatibilizar su programario con las particularidades del acceso a internet vía teléfono móvil. Confirmit, una de las herramientas de programación de cuestionarios más potente en la actualidad, ha hecho lo propio a través del sistema Survey on-demand application (SODA). Parece, en cambio, que el software gratuito se está quedando un poco atrás en la adaptación a las nuevas tendencias de acceso e internet. Así, SurveyMonkey sólo ha desarrollado programarios que pueden ser soportados por las tecnologías diseñadas por Apple (iPhone, iPad), pero ha dejado un poco de lado la inversión en programaciones compatibles con los otros sistemas operativos existentes en el mercado de telefonía… aunque, según avisan, ya se han puesto manos a la obra.
Las necesidades futuras a nivel tecnológico del sector de investigación de mercados parece que estarán totalmente cubiertas. Sin embargo, el principal problema al cual se enfrenta es, a mi entender, el hecho de centrar en exceso la atención en desarrollos de aplicaciones Flash que, dentro de un tiempo, no podrán ser accesibles a gran parte de los usuarios de internet. De nada sirve tener el mejor cuestionario del mundo si este no tiene la posibilidad de llegar a las manos de cualquier consumidor.
La razón por a cual Adobe detuvo el proceso de desarrollo de este tipo de tecnología para móviles tiene mucho que ver con sus desaveneniencias con Steve Jobs. El fundador de Apple escribió una carta donde exponía 6 motivos que tenía para rechazar que la tecnología Flash se pudiera adaptar al sistema operativo de iPad. Sin embargo, cuentan las malas lenguas que esta decisión la tomó Jobs como represalia contra Adobe por el hecho que ésta se negase a desarrollar una versión para Mac de Adobe Premier, un programa de edición de vídeo. Adobe adujo que Mac no tenía suficiente cuota de mercado como para que el desarrollo de este software fuese económicamente rentable. En un mundo tan cambiante y competitivo como es el de las tecnologías, enemistarse con tus amigos puede resultar contraproducente… nunca se sabe cuando los vas a necesitar.
Fotografía: osde8info
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